El regalo

Este texto es una reflexión sobre mi conexión con las ancestras y el legado que ellas han dejado en mi vida. A través de mi obra, rindo homenaje a esas mujeres que han tejido la historia de mi clan, sosteniéndome incluso en la distancia del tiempo. En especial, honro a mi madre, quien junto a mi padre hizo posible mi existencia. Ella es mi puente directo hacia las ancestras, la raíz más fuerte y una luz que me guía. Esta obra es un altar vivo, un espacio sagrado donde deposito mi gratitud.

SANARGRATITUDARTECLAN

Yuriria

1/21/20251 min read

En el umbral de mi obra, un altar de símbolos se alza como un canto silente a las ancestras, aquellas mujeres que tejieron la trama de mi existencia. Cada trazo de esta ilustración es un puente entre sus luchas y mis suspiros. Dibujar esta obra fue más que un acto de creación; fue un viaje profundo hacia el núcleo de mi ser, donde sus historias residen como raíces que sostienen mi árbol. Ana, mi madre es el puente directo hacia las ancestras; a través de ella, las escucho y siento la energía de quienes vinieron antes. Su presencia en mi obra es la raíz más fuerte y la flor más luminosa, un recordatorio eterno de que su espíritu vive en cada paso que doy.

Las ancestras me enseñaron, sin palabras, a recibir la vida como un regalo sagrado. Las raíces de mi clan resuenan, recordándome que no estoy sola. Cada color, cada sombra, evoca su risa y su llanto, su fuerza inquebrantable y su capacidad para amar a pesar del dolor. Y en ese instante, vivo la certeza de que ellas siempre han sido y siempre serán.

Esta obra es un altar vivo, un espacio para recordar que las bendiciones no son nuestras, sino un río que nos atraviesa. Mi gratitud es infinita, porque al recibir de ellas, me convierto también en un canal que honra y perpetúa su luz. Así, el círculo nunca se rompe, y las ancestras siguen caminando conmigo, susurrando sabiduría y amor en cada trazo que dejo en este mundo.

Yuriria